A veces buscamos en los lugares equivocados.

El otro día me pasé por lo menos 15 minutos dando vueltas en mi despacho buscando el mando del aire acondicionado. Papeles arriba, papeles abajo, en los cajones, removiendo los armarios, en la mochila, en el suelo… ¡¿Onde, ondeee está el santo mando?! Hasta que en un arrebato de cordura levanté mis ojos hacia el soporte donde se guarda el mando… y allí estaba. En su sitio. Donde debía estar. Obvio.

¿Te pasa? A veces nos empeñamos en buscar en los lugares equivocados.

Suspiramos por tiempo, y nos compramos un reloj.

Necesitamos autoestima, y codiciamos un Like.

Buscamos cariño, y nos enredamos entre xxx.

Queremos ahorrar, pero nos gastamos en más cosas.

Pedimos respeto, pero damos tempestades y vientos.

Deseamos un futuro, y nos perdemos adivinando cartas y astros.

Anhelamos esperanza,

sabiduría,

justicia,

perdón,

reposo,

Y damos mil vueltas buscando, recorremos tiempos y espacios como cuarenta años en un desierto.

Sí. A veces nos ofuscamos en nosotros mismos. Nos restringimos a nuestras circunstancias y a las cosas. Y entonces nuestra mirada se reduce. Y no encontramos porque no sabemos buscar… Sin darnos cuenta de que lo que buscabas estaba ahí desde hacía mucho tiempo. Como Jacob: “En realidad, el Señor está en este lugar, y yo no me había dado cuenta” (Génesis 28:16).

Buscamos a Dios,

pero no vamos a su Palabra, ni al encuentro de su gente, ni nos conectamos a Él, ni le prestamos atención el tiempo suficiente…

Cuando miras de cerca y por un tiempo amplio, descubres cosas que son invisibles para los demás. La mayoría de las personas cometen el error de tratar de “mirar más profundo” cuando todo lo que necesitan es prestar atención a lo Obvio.

Busca las sendas antiguas (Jeremías 6:26). Búscale con todo tu corazón (29:13). Búscale y vivirás (Amós 5:4). Busca y encontrarás (Mateo 7:7). Porque nada de esto está arriba en el cielo; tampoco está más allá del océano. ¡No! La palabra está muy cerca de ti; la tienes en la boca y en el corazón, para que la obedezcas y sigas al Señor tu Dios (Deuteronomio 30:11-16).

Brother and Sister, ahora es un buen momento para comenzar a buscar primero el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás te será añadido (Mateo 6:33).

Gozo y Paz.