¿Pero es que no lo ves?
¡Si está clarísimo! ¡Es un avión! ¡Son aviones!
Esta noche, mi hijo, de 19 meses, ha estado dibujando aviones. Cogía el bolígrafo, pintaba, y con una sonrisa emocionada, mientras señalaba su obra de arte, me gritaba: “¡papá, un avión!”. Cogía el bolígrafo, trazaba de nuevo, y con gozo renovado exclamaba: “papá, un avión, un avión”… [así hemos estado 5 folios]
Lucas tiene pasión por los aviones desde hace un par de meses. Ni yo ni su madre los escuchamos ✈️ cuando pasan lejanos encima de casa o en el parque, pero Luquitas los detecta y los ve de forma extraordinaria. Ya tiene sus libros de aviones y sabe mejor que tú y que yo lo que es un avión; así que si él dice que eso es un avión, es un avión y punto.
Sus diseños y pasión me han hecho pensar:
Creo que Dios tiene la mirada de Luquitas. Dicho de otro modo: Lucas tiene la capacidad de ver como Dios nos ve.
Yo soy ese avión dibujado. Me miro en el espejo, veo mis obras y mis caídas, y solo veo rayajos sin sentido. Un lío. ¡Un garabato!
Pero es que Dios despliega una mirada que va más allá de lo que yo veo y de lo que soy ahora. ¡Un avión!
Quizás tú te veas como un garabato, pero Dios ve un futuro avión. En sus manos, nuestra vida es otra. “Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!” (1 Corintios 5:17; 6:11).
_Te invito a que confíes en cómo te ve Dios. Entrégale tus desastres para que Él cumpla sus planes en ti (Jeremías 29:11). Él no ve un garabato, sino un hijo, una hija, “porque a mis ojos eres precioso y digno de honra, y daré lo que haga falta para tenerte –dice el Señor–” (Isaías 43:4), hasta la vida (Juan 3:16).
_Te invito también a tener la mirada de un niño (Mateo 18:3), seguro que así trataremos a los demás no como garabatos, sino como hermanos.
“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser. Pero sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él porque lo veremos tal como él es” (1 Juan 3:2).
Colega avión 😉
Gozo y Paz.