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Ayer por la tarde-noche aparqué frente a la entrada del Mercadona y una mujer me pidió que me quedase con su perro para que ella pudiese entrar al supermercado y comprarle “chuches”. Me dijo que si no le daba su chuche por la noche, el perro no se dormía. Y sí, ahí me quedé con este “superperro”.

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Hoy he hablado con una persona bien posicionada que no paraba de hablar, que “iba a tope”, que era “una máquina” que no ha descansado en toda la mañana de hacer cosas… Después me ha reconocido que está harto. Que no puede más. Que no es feliz.

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Me pregunto si en realidad soy un chiguagua que al no parar de ladrar y al ponerme una correa de cuero y diamantes me creo que soy un San Bernardo…

Quiero decirte algo que no está de moda: eres humano.

Sé que esta idea va contracorriente de los supermensajes de los superlibros de las superestanterías sobre superautoayuda y super(ación), pero tengo que decirlo. Porque veo gente sufriendo a mi alrededor porque se han tragado que “pueden con todo”. Porque nos hemos creído que “si no lo hago yo, el mundo se detiene”. Porque he visto a brothers and sisters que cuando creían que estaban en el top de los Alpes Suizos se han roto por dentro, sumidos en la máxima frustración vital.

Antes de que implosiones:

No. No eres un superhombre o una supermujer. Da igual la colonia que lleves o la marca de tu smartphone. Eres humano. Insisto:

Eres

humano.

Te quemas.

Tienes límites.

Tienes malos días.

Lo que ocurre a tu alrededor te afecta.

A veces te dan ganas de gritar y llorar. Es normal.

Ir “a tope” no tiene porqué ser sinónimo de tener una vida mejor.

No eres más humano por hacer más cosas. Posiblemente ocurra lo contrario. En ocasiones la expresión “eres una máquina” sólo refleja una triste realidad.

No pasa nada si dices “hasta aquí puedo llegar” o “basta por hoy”. Lo precisas.

Por supuesto, no estoy diciendo que no puedas superar retos. O romper barreras. O vencer miedos. Al contrario, creo profundamente que estamos llamados a crecer. A dar lo mejor. A ser más. Pero no como superhumanos, sino reconociendo que lo que necesitamos es (simplemente) ser más humanos.

Creo que recuperar nuestra humanidad (perdida) es una de las mejores cosas que podemos hacer. Si eso, luego, nos ponemos los calzoncillos por fuera, un antifaz o la capa. Mientras tanto, quiero ser humano (como si fuera poco…).

#soyHumano #felizSábado #Génesis 1:27